Un agente de los Mossos d’Esquadra nos hizo llegar anónimamente una carta, donde criticaba la actuación policial efectuada el día anterior en Lleida y Barcelona, para que fuera leída en público tras la cacerolada del pasado sábado 28 de febrero, ya que él, por miedo a las represalias, no lo podía hacer. La reproducimos a continuación:
CARTA ANÓNIMA DE UN MOZO DE ESCUADRA
Buenas a todos los ciudadanos y ciudadanas libres,
Me presentaré como ciudadano anónimo porque soy Mosso d’Esquadra y la libertad de expresión interna del Cuerpo no me deja otro camino que este anonimato que detesto.
Os quería transmitir mi indignación por todo lo que hemos vivido en estos trece días, pero sobre todo por los hechos acaecidos ayer en el desalojo de Barcelona y de Lleida.
Hace muchos años que acceder al Cuerpo de Mossos y lo hice creyendo que en una democracia la policía es un servicio público vital para la convivencia.
Un servicio público que debe estar al lado de todos los ciudadanos y ciudadanas que creemos en la libertad ligada a la responsabilidad. Un servicio público que debe atender la prevención de los delitos y su persecución, entre otras cosas, y siempre, tal y como nos lo enseñaron en la escuela de policía, con los principios de CONGRUENCIA, OPORTUNIDAD Y PROPORCIONALIDAD establecidos con la constitución que nuestros padres y madres refrendaron.
Ayer lloré. Muy. Primero de indignación y rabia al ver como toda una serie de ciudadanos y ciudadanas que se manifestaban de forma pacífica fueron breutalment apaleados, luego de vergüenza, porque, que les voy a contar ahora a mis hijos si me preguntan sobre las cargas efectuadas? Y a mi vecino? Y a mi amigo?
Soy un ciudadano más, soy un indignado más, creo en la libertad y en la no violencia, de hecho me enseñó en la escuela de policía. Y yo le pregunto al consejero Puig: y usted cree? Como pudo dar una orden como la que dio? Así quiere garantizar el respeto que todos los mozos queremos de nuestros conciudadanos?
Ayer no nos ganamos ningún respeto. Lo siento, pero alguien lo tenía que decir. Ayer rompimos a palos lo que es una revuelta del pensamiento crítico y pacifista. Ayer el conseller Puig consiguió que los antidisturbios hicieran alborotos. Ayer el consejero logró indignó a mí, a mi familia, a mis amigos y vecinos, a muchos otros compañeros del cuerpo, que por miedo a las represalias internas no quieren pronunciarse.
Ayer los sindicatos de Mossos no emitir sus comunicados con contundencia en contra de aquella operación macabra contra ciudadanos y ciudadanas, pero claro, por si no lo sabéis, en julio hay elecciones sindicales en el Cuerpo, y de la misma forma que en el mundo de la política, vale más un voto que una persona.
El respeto que pedimos, consejero, lo ganaremos con el trabajo diario, con la proximidad con la ciudadanía de la que también formamos parte, para que nuestros hijos van a la escuela y comparten vivencias con otros niños y niñas, compramos en los mismos mercados y comercios, nos sentimos estafados por la clase política, por las grandes corporaciones y bancos.
Es por todo esto que no entiendo la operación policial iniciada ayer para desalojar ciudadanos y ciudadanas que de forma pacífica han estado moviendo la conciencia colectiva para pedir transparencia en las instituciones que emanan del pueblo. Para pedir una democracia participativa en todos aquellos factores que afectan a nuestras vidas, para pedir justicia, para pedir la persecución de todos aquellos políticos que haciendo uso de sus cargos han sido corruptos, que la jubilación de un político sea la de cualquier otro ciudadano, que no tengan duplicidad de cargos y sueldos. En definitiva, que el político sea un ciudadano más, que de forma libre y responsable col trabajar en el mundo de ella política y por el pueblo.
Hoy sigo llorando cuando me vienen a la mente las terribles imágenes de ayer, y que usted, consejero, intentó justificar ante la prensa. Desde mi modesta opinión: no hay justificación posible en aquella intervención. Usted no está a la altura de representar el Cuerpo de Mossos. Quiero un mando que haga de cirujano, que con cuidado y respeto saque cualquier elemento que rompa la convivencia pacífica de la sociedad, no quiero un carnicero, no me gusta la sangre.
Yo soy un ciudadano, yo trabajo de Mosso d’Esquadra, yo quiero una policía al servicio del pueblo y no del político de turno. Yo he elegido estar al lado del pueblo, de mi vecino, de mi amigo, de mis conciudadanos, de luchar con ellos por la vía pacífica y sin violencia para alcanzar un mundo más justo, un mundo donde todo el mundo tenga cabida, donde la participación no sea sólo la tirada de una papeleta dentro de una urna, quiero pensar y quiero sentir, por encima de todo, un futuro mejor para mis hijos. O es que acaso, consejero, usted no lo quiere?
Alerta! Consejero y políticos de diversos colores, la era de los gritos de los silencios se acaba, ahora se inicia el tiempo de las voces que se alzan sin violencia y que le reclaman: RESPONSABILIDAD Y HONESTIDAD.
Extraido de Indignados de La Noguera